9.6.09

los días fueran lo que uno no siempre desea, pero marchan corren así sin avisar, ¡y porque sí lo deseo imperase aún estaría en el paraíso! puedo mostrar mi contentamiento pues dejaron que yo lo terminara de leer, a ese que me enamoró con 400 y tal paginas que devoraba por las noches después de una lucha sin fin con el ordenador, además me dio tiempo a contar los secretos que se escribieran en las paredes de una ciudad italiana, vivimos sus páginas en lectura o como cuento, también nuestras, como en un abrazo nos dejamos llevar por, tengo ganas de ti, este y otros pasajes que jamás se olvidarán. dentro de poco el viaje será otro y otro. hoy un tren que sale de la estación, un deseo que se arrastrara con el viento que no frena la locomotora, una sonrisa que se refleja en los vidrios espejados, una mirada hacia el cielo como para agradecer y suplicar, un abrazo que jamás dejará de serlo, vuestro…

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